Ultrasonidos Cavitación

35 – 60 minutos
Grasa localizada
8 – 10 sesiones
No
En cada sesión
Duraderos siguiendo protocolo
Ultrasonidos de baja frecuencia
No
Descripción Tratamiento
Hay un tipo de grasa acumulada que no conseguimos eliminar ni con dietas, ejercicio ni tratamientos de aplicación tópica. Para estos casos extremos existe una solución mucho menos invasiva que la cirugía, y que se está implantando con gran éxito en los centros de medicina estética. Nos referimos a la cavitación, un método que remodela nuestro cuerpo eficazmente y con resultados visibles casi desde la primera sesión.
¿Hay algún punto intermedio entre los regímenes de adelgazamiento y la liposucción?
En efecto, ese método recibe el nombre de cavitación y se trata de una tecnología basada en ultrasonidos de baja frecuencia, capaces de reducir esa grasa acumulada de la cual no nos conseguimos deshacer ni con dietas, ejercicio físico ni otros tratamientos estéticos. Es una técnica no invasiva que ofrece resultados casi inmediatos y que requiere de varias sesiones para obtener los frutos deseados, bajo la supervisión de personal especializado.
Características de ultrasonidos cavitación
La cavitación actúa sobre los depósitos grasos localizados (grasa localizada), actuando sobre ellos y liberándolos de grasa. Ésta se elimina después a través del sistema linfático y del sistema urinario.
- Es un método no invasivo ya que no es una intervención quirúrgica. No se requiere hospitalización ni anestesia.
- Un cabezal inteligente genera microburbujas de vacío de forma controlada; éstas producen la llamada cavitación sobre el líquido intersticial, que son ondas ultrasónicas moduladas en múltiples frecuencias.
- Dichas microburbujas tienen un efecto de succión en el tejido conjuntivo, que es donde se encuentran la grasa, destruyendo la célula adiposa desde el interior. Es decir, las ondas generadas por el cabezal chocan contra las células adiposas destruyendo su membrana y liberando la grasa (en forma de diglicéridos), mucho más fácil de ser eliminados por nuestro organismo.
- Se realiza una sesión de cavitación de unos 35 minutos en la zona a tratar (nalgas, piernas y abdomen, por ejemplo), y a continuación se aplican otras técnicas de drenaje, masaje o presoterapia para facilitar la eliminación de las células grasas (diglicéridos). Así, se evitará que se reabsorba de nuevo.
- Antes y después de cada sesión se recomienda beber abundante agua y realizar una dieta hipocalórica. Tampoco está de más hacer algo de ejercicio suave entre sesión y sesión (unas 72 horas como mínimo entre una y otra).
Ventajas de la cavitación
Además de que no es invasiva, permite atacar justo donde lo necesitemos por lo que los resultados siempre serán más precisos. Sus efectos se notan rápidamente, pudiéndose llegar a perder hasta 2 centímetros por sesión, según el caso. Comparado con otros sistemas, la cavitación no es demasiado incómoda para el paciente, que puede aguantar sin apenas molestias los 35 minutos que dure la sesión. Otra gran ventaja respecto a otros tratamientos es que mejora notablemente la circulación, elimina toxinas, aumenta el tono y la elasticidad de los tejidos y está comprobado que ayuda a regular el tránsito intestinal cuando trabajamos en la zona abdominal.
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